Andando a las nueve de la mañana
veo una mujer blanca sentada
en una banca. Luce desolada,
ajena al vaivén de la raza humana.
Su fina estampa prende mi mirada:
vestida de rojo con flores blancas,
con zapatos y cartera de marcas,
peinado de moda y maquillada.
Cubre sus ojos con gafas oscuras
intentando ocultar el dolor mortal
de sus sentimientos en lucha campal
naufragando en sus horas más duras.
En la distancia, parece que llora.
La veo inquieta, como queriendo
gritarle a quien pase sonriendo
las desventuras de su alma opresora.
Sigo avanzando... estoy intrigado...
vuelvo mi cara buscando un indicio
si lo que he visto es algo ficticio
o de facto un corazón destrozado.
Y de la nada llega su amante...
caminaba despacio, parecía
prudente, más ella lo maldecía
y su llanto se hizo impactante.
Y él mantuvo su rostro rígido
con su mirada siempre al frente
como un reo que está consciente
de los dolores que ha inflingido.
Y hablaron. Yo ví que ellos hablaron
y del llanto germinó una sonrisa
y un abrazo y un beso sin prisa
en la mañana cuando ellos hablaron.
Washington DC
31JUL013
El notificador llegó a tiempo.
Llevaba la orden de desalojo
y la llave para abrir el cerrojo
de la lotificación "Pasatiempo".
El Juez dio espacio, un buen entretiempo,
para oir las partes y algún congojo
- Quien no ha hablado, será por antojo-
dijo el Juez - que arme un contratiempo.
Y fueron sacando sus pertenencias
la guacalchía con el tacuazín,
discretamente y sin insolencias.
Y un grupo de hormigas en un chipilín
advierten a todos con elocuencia
- cumplimos la orden, pero no es el fin -
Washington DC
31JUL013
Hoy he decidido conquistarte...
me resutas esquiva, huraña...
Ansío el tiempo para hablarte.
Añoro por un mejor mañana.
Ya suma muchos años mi deseo
con alzas y bajas de esperanzas
robándole horas a Morfeo,
hurgando en el baúl de añoranzas.
Pero llego a la encrucijada
de decir lo que siento o guardarlo
de pensar de manera apasionada,
de escribirlo y de proclamarlo.
Me confeso: hoy me entrego a tus brazos...
soy poeta y seguiré tus pasos.
Oxon Hill MD
30JUL013
En la grandiosa carpa azul y blanco,
moderno palacio legislativo,
ochenta y cuatro payasos altivos,
saltan y marchan de flanco en flanco.
Su show, como en un moderno tabanco,
ofrece un servicio exclusivo
para el que siempre ha sido abusivo
y paga con lo que tiene en el banco.
¿Y los otros? - nos tienen sin cuidado -
afirmaron los payasos en coro,
mientras el pueblo se sintió burlado.
Fue por esa gran falta de decoro
que ya nadie en el circo ha confiado.
Prefieren divertirse con un loro...
Washington DC
01AGO013
Todas las ciudades, por muy pequeñas
que sean, tienen al menos un loco;
yo conocí a Toño, el que poco
a poco, se fue arrancando las greñas.
A Toño le encantaba hacer señas
al pronunciar su discurso barroco:
"soy amo y señor de lo que toco,
domino cumbres y conquisto peñas".
Y sin más decir, se marchó erguido,
por la alameda al caer la tarde...
feliz y también rejuvenecido
por los minutos en aquella tarde,
durante los que había sentido
que su loco corazón aún arde.
Oxon Hill MD
09AGO013
Pianito, pianito
¿qué vas a cantar?
¿quieres una mano?
¿te puedo ayudar?
Oxon Hill MD
28JUL013
Eran tres niños de mirada agria
de cuatro, de seis y de ocho años.
Tienen tos crónica y la piel con paños
de más es decir, no son raza aria.
Van con su madre, mujer ordinaria;
carente de amor y mimos de antaño:
abunda en gritos, rebosa regaños,
su voz se obedece es la ley sumaria.
La estampa me pega, me duele el alma:
buscan caricias, reciben patadas
y su mundo cae y muere la calma.
Pienso en mis hijos, en sus carcajadas
y abro mi mano y veo mi palma
llena de caricias apretujadas.
Oxon Hill MD
24JUL013
Tengo como sonrisa una mueca
que la Providencia me quiso poner;
ni me avergüenza ni me hace retraer
porque al final es sincera mi mueca.
Dicen que tengo la mirada chueca
por eso tengo cuatro ojos para ver...
y aunque gastados de tanto leer
sigo incrementando mi biblioteca.
Tengo un lienzo sobre mi cabeza
en el que el tiempo pinta tonos grises
y afloran ideas sin ligereza.
Si lo injusto pasa por mis narices,
sepa que con mi boca sin pereza
puteo a los viles infelices.
Oxon Hill MD
22JUL013
Escribo lo que siento porque lo siento, lo he vivido o lo estoy viviendo...
No soy mercader de la palabra, ni mercenario, ni terrorista del texto; pero si uso y abuso de ella... para mi bien, para mi beneficio y si de algo sirve, en algún momento, también para el beneficio de quien me lea.
Aquí están mis versos pútridos... podridos por la realidad y el tiempo que me ha tocado vivir... putrefactos por la sociedad en la que tengo que convivir... y "choros" por el país donde me tocó nacer y este otro, donde me toca hoy vivir...